Los hogares deben tener una protección sólida contra los mayores riesgos a los que se enfrentan en cualquier momento de la vida: incendios y/o desastres naturales. Muchas veces, este tipo de situaciones no son tomadas en cuenta por creer que son lejanas o prácticamente improbables, pero nada más lejos de la realidad.

Con un seguro contra desastres podrás cubrir las pérdidas financieras o daños materiales causados por estos riesgos que afecten a tu casa asegurada. De esta forma, darás tranquilidad y bienestar a tus familiares. Un hogar asegurado es un hogar donde siempre habrá tranquilidad.

Los posibles escenarios que cubre una póliza de seguro contra desastres son los siguientes:

• Incendio y/o rayos
• Temblor o terremoto
• Lluvias e inundaciones
• Erupción volcánica
• Colapso o desplome de la estructura
• Daños por agua
• Impacto de aeronaves o vehículos terrestres
• Explosión
• Daño malicioso y vandalismo

Una de las principales ventajas de tener un seguro contra incendios es que te permite recuperar las pérdidas de un hecho tan devastador como un incendio. Esas pérdidas recibirán una respuesta con un presupuesto sólido establecido en el contrato de la póliza de seguro antidesastres.

Usualmente ocurre en el día a día doméstico que, por ejemplo, un descuido puede ocasionar un problema grave, una chispa del asado puede generar un incendio, o un repasador cerca de una hornilla, o una vela encendida que dejas olvidada. Incluso si se trata de una explosión de la bombona de gas, todos esos tipos de daños están cubiertos por el seguro que contrates. Sin duda, es una inversión para proteger la integridad física de tu vivienda.

Otras ventajas de este tipo de seguro para el hogar es que tienen una cobertura muy amplia. Si es un incendio de edificio, cubre daños materiales causados directa o indirectamente por fuego, rayo o explosión. También en caso de granizo, huracán, vendaval, ciclón y tornado. Si se trata de un incendio de impacto general, el seguro cubre daños materiales al contenido de tu casa, como por ejemplo: muebles, electrodomésticos, ropa y otros bienes personales.